miércoles, 2 de diciembre de 2009

los deseos de la tercera edad

Llévame al baile, hijo, que aún no estoy tan vieja.
Quiero lucirme contigo! bailando del brazo sujeta.
Llévame al teatro, hijo, que aún no estoy tan ciega,
escucharé los preludios contigo a mi lado, bien cerca.
Llévame a la calle, hijo, aún tengo buenas piernas,
a caminar sin rumbo fijo. A tu lado, no me sentiré tan vieja.
Inví tame a tu casa , hijo, el domingo en la mañana,
a compartir tu buena mesa y sentirme "acompañada".
Háblame con cariño, hijo, no me retes ni te exaltes,
las viejas somos como niño: que nos mimen, nos sonrían sin desaires.
Festeja mis ocurrencias, no critiques mis locuras,
trataré de ser valiente aunque surjan amarguras.
No me alejes de tu lado, no me hables con engaños;
tengo aún mi mente clara, los recuerdos son de antaño.
Ven a verme a casa, hijo, ya no te pediré nada,
solamente tu presencia y contemplar tu linda cara.
No me dejes triste y sola, ni me metas a la cama,
los doctores se equivocan, ¡el dolor está en el alma!.

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